Laura Alcañiz y Julián García: “Nunca me he sentido excluida por la Iglesia, nos da mucho cariño”
Casi ningún medio de comunicación se ha hecho eco del discurso del Papa Francisco al concluir el Sínodo Extraordinario de Obispos sobre la Familia. El sucesor de Pedro dice haber “visto y escuchado discursos e intervenciones llenos de fe, de celo pastoral y doctrinal, de sabiduría, de franqueza y de coraje sin poner jamás en discusión la verdad fundamental del Sacramento del Matrimonio: la indisolubilidad, la unidad, la fidelidad y la apertura a la vida”.
Laura y Julián, divorciados vueltos a casar por lo civil hace 16 años, viven con fe y mucho cariño su condición de cristianos conforme a su situación de divorciados. Después de 12 años de matrimonio decidieron pedir la declaración de nulidad matrimonial. A Julián ya se la han concedido y Laura está a la espera de la resolución. Ambos anhelan con mucha ilusión poder casarse algún día por la Iglesia, confesarse y comulgar.
– Divorciados vueltos a casar pero pertenecéis a la Iglesia. ¿Cómo es eso? ¿Por qué?
Nosotros íbamos a misa, aunque no comulgábamos, sabíamos que no podíamos hacerlo, y empezamos a participar en la parroquia con otros matrimonios y comenzamos una relación más intima con el sacerdote, a formar parte de una comunidad cristiana y a través de la Iglesia comenzamos a ver. Curiosamente cuando el tema estaba como aparcado aparecimos con el notición de que íbamos a solicitar las nulidades.
-¿Qué supone para vosotros pertenecer a la Iglesia? ¿Qué cambia? ¿Qué os aporta?
Julián: a mi mucha paz. Si no estás cerca de Dios y rezas, perdonas te descarrías. Y la Iglesia está ahí para indicarte el camino.
Laura: para mí es una necesidad, es algo necesario.
– Dice el papa Francisco que la Iglesia tiene las puertas abiertas a todos y no se avergüenza del hermano y finge no verlo, al contrario, se siente comprometida y obligada a animarlo ¿Os ha acompañado la Iglesia en este tiempo? ¿Os habéis sentido excluidos por la Iglesia?
Laura: Yo nunca me he sentido excluida por la Iglesia, sé que tenemos unas limitaciones pero nunca he estado excluida. Nos da mucho cariño, nos acompaña mucho. Tenemos amigos sacerdotes que conocen nuestra historia y nos apoyan mucho.
Julián: Ella lleva peor el no poder comulgar. Tenemos muy claro que lo que está en el altar es el Cuerpo de Cristo y de momento no tenemos opción.
A la Iglesia no te obliga nadie a ir, por tanto tienes que cumplir con lo que dice. Vamos libre y voluntariamente a escuchar la palabra de Dios, a misa, a hacer oración, por tanto queremos cumplir con lo que la Iglesia dice. Necesitamos todo lo de la misa y porque no podamos comulgar no vamos a excluir todo lo demás.
– Dice el Papa que “esta es la Iglesia, que no tiene miedo de arremangarse para derramar el aceite y el vino sobre las heridas de los hombres¿De qué manera concreta os ha acompañado la Iglesia?
La comunidad. Hemos tenido mucha suerte con los sacerdotes. Ellos no son sólo el párroco al que vas a escuchar el domingo, sino que va más allá, quedamos con ellos, hablamos, vienen a comer a casa, uno es padrino d uno de nuestros hijos.
– ¿Qué es la Eucaristía para vosotros?
Julián: A mí lo que más me gusta de la misa es la consagración, es la parte que más vivo. Es como tener mucho más cerca de ti a Dios. Yo pienso que el día que podamos comulgar… ¡tú llorarás! Le dice Julián a Laura.
Laura: el no poder es una sensación de vacío, no estoy completa. Yo creo que el cristiano que puede comulgar, no se da realmente cuenta de lo que tiene.

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