1.- Don Rafael, el lema de la XIV Jornada será: “Laicos comprometidos con la Labor Misionera de la Iglesia” ¿qué les ha llevado a Uds. a escoger ese lema?. ¿Realmente los laicos del 2014 se sienten comprometidos con la labor misionera de la Iglesia?.
El lema refleja muy bien la identidad del laico, pues la evangelización es la tarea fundamental de la Iglesia y los laicos incorporados a Cristo por el bautismo, somos miembros corresponsables de la Iglesia, y participamos en su misión tanto en la Iglesia como en el mundo. Esta es la razón fundamental por la que debemos estar comprometidos con la labor misionera de la Iglesia.
En cuanto a la segunda parte de la pregunta, debemos tener en cuenta que es muy difícil saber bien como piensan y como sienten los laicos en general. Pero es evidente que la Nueva Evangelización exige la implicación de un laicado activo y corresponsable con la misión de la Iglesia, ya que como dicen los obispos españoles, en el numero 148 del documento “Los Cristianos Laicos Iglesia en el Mundo”, “la nueva evangelización se hará, sobre todo, por los laicos, o no se hará”. Este es uno de los grandes retos que tiene hoy la Iglesia para responder adecuadamente a los desafíos de una sociedad fuertemente secularizada, donde la relevancia histórica de la Iglesia es cada día menor. Con lo cual, se hace cada vez más necesario, emplearse a fondo en promover la participación y la corresponsabilidad de los laicos en la vida y misión de la Iglesia y su presencia pública en la sociedad.
2.- ¿A quienes van dirigida la convocatoria para participar en la XIV Jornada Diocesanade Apostolado Seglar de Madrid?
La Jornada de Apostolado Seglar es un cauce para el encuentro y la reflexión, pero también es un medio adecuado para que vaya surgiendo ese nuevo cristiano evangelizador que hoy necesita la Iglesia y para que la corresponsabilidad y la participación, no sean palabras vacías. En este sentido, la Jornada de Apostolado Seglar Diocesana, está dirigida a todos los cristinosde la archidiócesis de Madrid, sobre todo a los que se sienten parte activa de nuestra Iglesia diocesana y quieren responder de manera activa a la llamada del Señor, para ser testigos de Evangelio en todos los ámbitos de la sociedad.
3.- ¿Cuál es su visión a respecto del apostolado seglar en Madrid?. ¿Hay entusiasmo por la Misión Madrid?. ¿Qué retos ve delante de esa realidad asociativa?
En nuestra Iglesia de Madrid, podemos constatar cómo la “Misión Madrid”, y las iniciativas evangelizadoras de los diferentes planes pastorales, han estado orientados a fortalecer la fe y el testimonio cristiano, a impulsar la participación de los laicos en la vida pública y a promover nuevas acciones en el campo de la caridad cristiana y la justicia social. Personalmente percibo un cambio positivo en el conjunto de nuestra Iglesia y, aunque es verdad que tenemos que seguir avanzando en muchos aspectos, si miramos la realidad con perspectiva histórica, podemos ver la gran labor de signo misionero que se viene realizandoen nuestra Iglesia y la preocupación por estar cerca de los pobres y necesitados. Sin embargo es realista reconocer que la presencia y el compromiso de los laicos y de sus asociacionesen la vida pública en general, es poco relevante, pues la gran masa de los católicos se limita a cumplir con el precepto y no perciben que anuncio, celebración, compromiso evangelizador y solidaridad con los pobres, son elementos indispensables de la evangelización.
En cuanto al apostolado asociado, en general, trabaja por ser fiel a su carisma y responder adecuadamente a los nuevos desafíos de nuestra sociedad secularizada. Los Movimientos, en mayor o menor medida, cuidan de la vida espiritual y de la formación de sus miembros y se esfuerzan por lograr una presencia y un compromiso público significativo; aunque a veces podemos percibir alguna resistencia a implicarse en la pastoral diocesana y a someterse al discernimiento de la autoridad eclesiástica competente.
Que seamos conscientes de que vivimos en una sociedad y en un territorio concreto. Nada de lo que sucede a nuestro alrededor nos puede resultar indiferente, ya que nos afectan directa o indirectamente las cosas que suceden en nuestro entorno: las leyes sociales, y las decisiones políticas, la emigración, nuestras pensiones, los servicios sanitarios, las ofertas de ocio y tiempo libreetc. Pero además desde la perspectiva cristiana, tampoco podemos permanecer indiferentes hacia lo que pasa a nuestro alrededor, pues no hay nada en la vida de las personas que no tenga que ver con la fe. El cristiano es cristiano siempre y también debe comportarse como cristiano cuando está en el trabajo, en el partido, en el sindicato, en la familia o en su equipo de fútbol.
Por otra parte, conviene resaltar algo que es evidente, pero que a veces olvidamos.El anuncio de Jesucristo no se puede realizar al margen de la realidad concreta e histórica en la que nos ha tocado vivir y esta sociedad presenta a la Iglesia retos nuevos, que influyen en la manera de vivir y transmitir la fe; por eso estoy convencido de que en la situación actual son necesarios métodos nuevos para articular un horizonte eclesial y pastoral que interpele con fuerza y con valentía, pues en la sociedad tradicional la religión ocupaba el centro de la vida social, punto de partida para todo y para todos. Sin embargo, en las sociedades laicas, pluralistas y democráticas, la Iglesia Católica ya no es la única fuente de explicación de la realidad y de orientación moral. Esta nueva situación nos obliga a replantearnos nuestros modos de proceder, pues el destinatario de la evangelización es nuevo y diferente al de otras épocas. Al respecto, me parece importante resaltar las palabras del Papa Francisco en los números 25 y 27 de la “Evangelii Gaudium” cuando nos dice: “Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera,que no puede dejar las cosas como están […] Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un «estado permanente de misión». “Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación”.
5.- Catorce años de Jornadas Diocesanas de Apostolado Seglar en el Episcopado del Cardenal Rouco Varela. ¿Qué balance hace D. Rafael de estas 14 Jornadas realizadas por Ud. y su equipo?.
Cuando me hice cargo de la Delegación, el Señor Cardenal, me indicó que pusiese en marcha una Jornada Diocesana de Apostolado Seglar; este año vamos a celebrar la numero XIV y en todas ellas, hemos contado con su apoyo y su presencia, lo cual indica la importancia que estas jornadas tienen, como ámbito de encuentro del apostolado seglar diocesano y como cauce privilegiado para hacer visible la comunión y la corresponsabilidad de los laicos y de sus asociaciones con nuestro Pastor y con la planificación pastoral diocesana.
En cuanto al balance de las jornadas realizadas, desde nuestro punto de vista es positivo y esperanzador, pues se esta logrando que en una diócesis tan grande como la de Madrid, los Movimientos, Asociaciones y Realidades Eclesiales, no sean unas desconocidos entre sí y se sienten cada vez más miembros vivos de nuestra Iglesia particular. A todo ello han contribuido decisivamente las Jornadas de Apostolado Seglar, que están siendo un cauce privilegiado para fomentar la reflexión, la convivencia, el intercambio y el conocimiento mutuo.
También el trabajo del Equipo de la Delegación, esta ayudando mucho a fortalecer la comunión y la implicación activa en la pastoral diocesana. Este equipo está compuesto por personas de Movimientos y representantes de Vicarías, que se sienten llamados y comprometidos con el trabajo que venimos realizando en la Delegación desde una dimensión comunitaria más amplia que la de su propio movimiento.
José Alberto Rugeles Martínez

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