Entrevista a monseñor Fernando Ocáriz, vicario auxiliar del Opus Dei
Entrevista realizada por Jordi Picazo en Roma al primer vicario auxiliar de la historia del Opus Dei, monseñor Fernando Ocáriz «Nuestra misión es ayudar a ser dóciles a la gracia de Dios», dice el Vicario Auxiliar del Opus Dei Fernando Ocáriz, primer Vicario Auxiliar en la historia del Opus Dei, me recibe en su casa, en la sede central del Opus Dei en Roma y conversamos de esta nueva figura en el gobierno de la Obra, a puertas del 41 aniversario del tránsito al cielo del Fundador el próximo domingo 26 de junio. |
Monseñor Fernando Ocáriz (París, 27 de octubre de 1944) se licenció en Teología en la Pontificia Universidad Lateranense (1969) y obtuvo el doctorado en la Universidad de Navarra en 1971, año en que fue ordenado sacerdote. Ha sido profesor ordinario de Teología Fundamental en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, consultor desde 1986 de la Congregación para la Doctrina de la Fe; desde 2003 también de la Congregación para el Clero; y desde 2011 del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. Es miembro de la Pontificia Academia Teológica desde 1989. El 23 de abril de 1994 fue nombrado Vicario General de la Prelatura del Opus Dei por el Obispo Prelado Mons. Javier Echevarría, y recientemente, el 9 de diciembre de 2014, ha sido nombrado Vicario auxiliar, pasando Monseñor Mariano Fazio a ocupar el cargo de Vicario general. La figura del Vicario Auxiliar está prevista por el derecho de la Iglesia para la Prelatura del Opus Dei establecida en los números 134 §1 y 135 del Codex “iuris particularis Operis Dei” promulgado por san Juan Pablo II con la Constitución Apostólica Ut sit el 28 de noviembre de 1982. Como tal, había sido pensada por el propio Fundador. En el decreto del nombramiento el Prelado, Monseñor Javier Echevarría, expone que “la extensión de la labor apostólica de la Prelatura y el crecimiento del número de circunscripciones regionales, de centros y de labores cuya atención pastoral está confiada al Opus Dei han llevado consigo un aumento del trabajo de gobierno que corresponde al Prelado”. Por eso —añade— “teniendo en cuenta también mi edad, veo conveniente proceder al nombramiento de un Vicario auxiliar”. – El prelado comparte ahora con usted el timón de la barca del Opus Dei, por primera vez, en una figura prevista por su Fundador. ¿Un gesto de desprendimiento del Prelado? San Josemaría encarnó de modo muy intenso ese sentido de paternidad espiritual que es característico del sacerdote. Y esa vivencia es un legado que se transmite a sus sucesores. La paternidad del prelado hace que todos los fieles de la prelatura puedan palpar ese rasgo de “familia” que se vive en el Opus Dei, en la Iglesia, familia de los hijos de Dios. – En palabras del beato Álvaro del Portillo, la Obra es una bella famigliola. Familia, ¿la palabra más gráfica para definir lo que es el Opus Dei? San Josemaría fomentó a su alrededor un clima familiar: oración de unos por otros, deseos de llevar la caridad de Cristo a los demás, preocupación por servir y –cuando es preciso- por corregir. Lograr este ambiente es una conquista diaria, un compromiso de cada miembro de la familia. – ¿Cuál es el ‘Strategic Planning’ del Opus Dei para el futuro próximo? ¿Adónde va el Opus Dei en el siglo XXI? Con la gracia de Dios, y el apoyo de tantas personas —cristianos y no cristianos—, deseamos que se amplíe el radio de acción de esos proyectos que procuran aportar humanidad a esta “casa común”. Un reto, en Europa, es fomentar una cultura de la acogida ante los nuevos flujos migratorios. En los años próximos, convendrá seguir desarrollando una pastoral incisiva de las familias y de la juventud, también porque las presiones a que están sometidas son muy fuertes. – ¿Y desde el punto de vista geográfico, han programado ya algunos lugares donde vaya a empezar próximamente la labor del Opus Dei? ¿Qué dificultades encuentran en los lugares donde se ha empezado recientemente? – En 2028 se cumplirán 100 años del Opus Dei. La noche del 23 al 24 de junio de 1946, Escrivá la pasó rezando, mirando desde un balcón el palacio apostólico y la basílica de San Pedro, en el Vaticano. Le habían dicho que el Opus Dei había llegado con 100 años de anticipación, por su novedad en la doctrina sobre el laicado. Los laicos del s. XXI, ¿como los primeros cristianos? ¿Santificación de la realidad del mundo ab intra?
– ¿Dios puso en el camino de Escrivá a Álvaro del Portillo para que pudiera hacer el Opus Dei? Muchos le recuerdan como ejemplo de fidelidad a la Iglesia (primero como ingeniero, luego como sacerdote, finalmente como obispo), a los Papas con los que estuvo en contacto, y de fidelidad al fundador del Opus Dei. Y esa fidelidad –que es virtud creativa, porque exige una continua renovación interior y exterior– fue un apoyo evidente para el fundador. – El Papa Francisco acaba de aprobar el decreto convierte en Venerable a Montse Grases, miembro del Opus Dei que con 17 años murió de un cáncer en Barcelona; en el camino hacia una posible beatificación y posterior canonización. ¿La santidad ha dejado de ser utopía? La reciente noticia sobre Montse, una chica de Barcelona que cumplió solo 17 años pero que estaba decidida a tratar a Dios en todo momento, es como una nueva confirmación. Y es un estímulo para mucha gente joven que, como ella, pasan buena parte de sus días en la escuela o la universidad, en el deporte, entre sus amigos. De lo que se trata es de tomar conciencia de que todo cristiano tiene sobre sí la misión de la Iglesia. La evangelización la hacen todos los cristianos, y de todo el Evangelio, pero cada uno en su sitio. El sacerdote como sacerdote, y los laicos como laicos: el profesor como profesor, el obrero como obrero, cada uno por sí mismo en su ambiente propio. El Concilio Vaticano II lo ha proclamado claramente. La santidad la debemos buscar todos; el ser canonizado o no, para las personas es lo de menos. Solo importa para la Iglesia. Es la Iglesia la que se beneficia de los santos.
– Cuando se han sentido sin piso bajo los pies, ¿cómo han experimentado en el Opus Dei las misericordias de la Virgen? ¿Cómo la sienten en este Año Jubilar? Este año jubilar puede servir para que cada persona palpe la providencia de Dios en la vida ordinaria y ser, al mismo tiempo, canal para que la misericordia llegue a muchos otros. El reto es aceptar lo “ordinario” de la misericordia divina, que es extraordinaria. – El Opus Dei maneja bien la comunicación y el prelado está en continua comunicación con los fieles de la Prelatura. ¿Cuál es la importancia de la comunicación en la Iglesia y qué retos existen en este ámbito? |

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