La película producida en el año 2010 “De dioses y hombres” que narra, dieciséis años después, el asesinato de siete monjes del monasterio de Tibhirine, en Argelia, fue todo un homenaje a estos hombres que dieron su vida por su fe, una obra entre testimonio y reportaje. Hoy, gracias a un periodista del diario lionés Le Progrès, se ha dado a conocer el testimonio del último superviviente de aquella comunidad, el hermano Jean-Pierre Schumacher, y una meditación sobre la continuidad del espíritu de Tibhirine en Marruecos, en el monasterio de Notre-Dame del Atlas, y en otros lugares.
Una narración a través de la vida de un monje, de su vocación y de su “resurrección” al día siguiente de la partida de sus hermanos. Es todo el camino de una vida consagrada a Dios que se revela. Este amor de Dios repartido entre el amor a sus hermanos y hermanas. Todo pasa por su diario: un vaso de té ofrecido, una contemplación de las estrellas, una preparación a la liturgia, un diálogo, una celebración… El diálogo con los musulmanes no es un paso obligado, sino una elección deliberada, hecha por respeto, por confianza, por escucha. Gracias a Nicolas Ballet, comprendemos ahora que el espíritu de Tibhirine no está reservado sólo a los monjes.
OMPRESS-FRANCIA (14-11-12)

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