Revista Ecclesia » El Papa ya está en Mongolia, «un pueblo pequeño en una tierra grande»
El papa Francisco se dirige a los periodistas en el vuelo que lo llevó a Mongolia. Foto: Vatican Media.
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El Papa ya está en Mongolia, «un pueblo pequeño en una tierra grande»

Bendijo una cantimplora de un soldado ucraniano que se salvó de una explosión. Se la mostró la periodista de COPE Eva Fernández

El papa Francisco ya descansa en la prefectura apostólica de Mongolia. Hace unas horas, las 04:00 de la madrugada en España, aterrizó en Ulán Bator para iniciar su viaje apostólico número 43. Una visita muy especial, pues es la primera vez que un pontífice visita este país asiático.

Como es habitual, durante el vuelo, Francisco saludó uno a uno a todos los periodistas y les dirigió unas palabras. Inspirado por uno de ellos, les dijo: «Ir a Mongolia es ir a un pueblo pequeño en una tierra grande. Mongolia parece interminable y sus habitantes son pocos, un pueblo pequeño de gran cultura. Creo que nos hará bien comprender este silencio, tan largo, tan grande».

En su opinión, este vasto país se entiende con los sentidos y, por eso, ha invitado a todos a escuchar la música del compositor ruso Alexander Borodin, autor de En las estepas de Asia Central, «que supo expresar lo que significa esta extensión y grandeza de Mongolia».

Los comunicadores, como acostumbran, presentaron al Papa algunos objetos o presentes. La periodista de COPE, Eva Fernández, le mostró una cantimplora de un soldado ucraniano que se salvó de una explosión. En ella se ven los signos de la guerra. Este militar la llegó a una iglesia de Leópolis para dar las gracias por haberse salvado, Eva Fernández se hizo con ella para acercársela a Francisco, que la bendijo. Tras el viaje será devuelta al templo.

Como informa Vatican News, también respondió a una pregunta formulada por un periodista de la agencia ANSA sobre el accidente ocurrido poco después de la medianoche de este jueves en Brandizzo, en la zona de Turín, Italia, donde murieron cinco trabajadores al ser arrollados por un tren. El Papa comentó que estos accidentes son siempre una falta de cuidado y reivindicó que los trabajadores son sagrados.

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