El Papa Francisco ha recordado este domingo a los 2.000 migrantes que han fallecido en el Mediterráneo mientras buscaban en las costas europeas un futuro mejor para ellos y sus hijos.
«Con dolor y vergüenza hay que decir que desde principios de año ya son casi 2.000 los hombres, mujeres y niños que han muerto en este mar intentando llegar a Europa. Es una herida abierta de nuestra humanidad. Aliento los esfuerzos políticos y diplomáticos que tratan de curarla con espíritu de solidaridad y fraternidad, así como los esfuerzos de todos los que trabajan para evitar los naufragios y rescatar a los migrantes», ha agregado.
El Pontífice se ha referido a uno de los últimos naufragios ocurridos en el Mediterráneo, en el que el pasado martes 41 personas perdieron la vida, entre ellos, tres niños, al hundirse la embarcación en la que viajaban desde hacía cinco días y que había salido de Túnez.
Mientras tanto, según informa Vatican News, este domingo los guardacostas italianos han recuperado un cadáver frente a la isla de Marettimo, en el oeste de Sicilia. Es uno de los desaparecidos del naufragio de este sábado. Once personas fueron rescatadas.