El Papa Francisco en la misa de este Miércoles Santo en Santa Marta ha pedido en su introducción por la conversión de quienes en este momento explotan a los más necesitados. «Recemos hoy por la gente que en esta época de pandemia hace comercio con los necesitados. Se aprovechan de las necesidades de los demás y los venden: los mafiosos, los usureros y muchos otros. Que el Señor toque sus corazones y los convierta»
En su homilía, Francisco ha comentado el Evangelio de Mateo, que relata la traición de Judas. «Aún hoy hay Judas, gente que traiciona, incluso a sus seres queridos, vendiéndolos, por sus propios intereses». Francisco ha denunciado que también hoy hay gente que quiere servir a Dios y al dinero, «explotadores ocultos, aparentemente impecables, pero que comercian con la gente: venden al prójimo». El Santo Padre ha recordado que «Judas dejó unos discípulos, discípulos del diablo». Y ha mencionado cómo quien ama demasiado el dinero, traiciona y es traicionado a su vez por el diablo, que es un mal pagador y deja en la desesperación. «Y termina ahorcándose». El Papa ha reflexionado en los muchos Judas institucionalizados que hoy en día explotan a las personas y también en los pequeños Judas que hay dentro de nosotros: «cada uno de nosotros tiene la posibilidad de traicionar, por amor al dinero o a los bienes».
