El papa Francisco ha querido enviar un mensaje de ánimo a los jóvenes que participan en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se clausura este domingo con la Misa de envío. «No tengan miedo», les ha repetido una y otra vez en una homilía marcada por el Evangelio que se proclamó, el de la Transfiguración.
«A ustedes, jóvenes, que cultivan sueños grandes, pero frecuentemente ofuscados por el temor de no verlos realizarse; a ustedes, jóvenes, que a veces piensan que no serán capaces; a ustedes, jóvenes, tentados en este tiempo por el desánimo, por juzgarse fracasados o por intentar esconder el dolor disfrazándolo con una sonrisa; a ustedes, jóvenes, que quieren cambiar el mundo y luchar por la justicia y la paz; […] a ustedes, jóvenes, que la Iglesia y el mundo necesitan como la tierra necesita la lluvia; a ustedes, jóvenes, que son el presente y el futuro; sí, precisamente a ustedes, jóvenes, Jesús les dice: “No tengan miedo”», ha recalcado.
Francisco les ha dicho que él mismo quisiera mirar a los ojos uno a uno y decirles que no tengan miedo. Y ha vuelto a insistir: «Jesús mismos los está mirando. Él los conoce y les dice, aquí, en Lisboa: no tengan miedo».
Además de este mensaje, el Pontífice les ha recordado la importancia de ser luminosos en el mundo de hoy, pero con la luz de la resurrección de Jesús, «una luz que no se apaga». «Vas a ser luz el día que hagas obras de amor, pero cuando, en vez de hacer obras de amor, te miras a ti mismo, la luz se apaga», ha agregado.
Finalmente, los ha invitado a escuchar a Jesús en el Evangelio, pues es ahí donde «nos enseña el camino del amor». Y les ha advertido ante los egoísmos disfrazados de amor y ha vuelto a insistir en que escuchen para no equivocarse en el camino.
