En la carta, el Santo Padre ha destacado que «como en una familia, he tocado de cerca una acogida fraterna y una premura cordial, que me han hecho sentir en casa». Además, el Papa ha matizado que, «ha podido constatar personalmente cuanto sean esenciales, en el cuidado de la salud, la sensibilidad humana y la profesionalidad científica». Ahora «llevo en el corazón muchos rostros, historias y situaciones de sufrimiento». El Hospital Gemelli ha destacado «es verdaderamente una pequeña ciudad dentro del Urbe, donde cada día llegan miles de personas confiándoles esperanzas y preocupaciones».
Una obra de misericordia
Asimismo, el Santo Padre ha señalado que en el Policlínico Gemelli, «además de la curación del cuerpo, se da, y oro para que siempre se de, también la del corazón, a través de una curación integral y atenta a la persona, capaz de infundir consolación y esperanza en los momentos de prueba”. En este sentido, el Obispo de Roma alienta a todo el personal a que el trabajo que desarrollan, “no es solo un trabajo delicado y laborioso. Es una obra de misericordia que, a través de los enfermos, entran en contacto con la carne herida de Jesús».
Gratitud a la gran familia del Hospital Gemelli
Finalmente, el Papa Francisco ha concluido sus líneas renovando su gratitud a la gran familia del Hospital Gemelli por la gran labor que realizan, «agradecido de haberlo visto, de cuidarlo dentro de mí y de llevarlo al Señor”. Y a todos ellos les imparte la Bendición Apostólica, pidiendo que continúen orando por él»
