Mons. Charles Mahuza Yava es el vicario apostólico de Comores, un archipiélago del Océano Índico entre Madagascar y el continente africano. Congoleño, misionero, miembro de la Sociedad del Divino Salvador, había trabajado ya durante años en Comores antes de que el Papa le encomendara la misión de ser el obispo de estas islas. Una tarea delicada. Para ser católico en Comores hay que tener una fe sólida.
El país es de mayoría musulmana y la libertad religiosa brilla por su ausencia. Un convertido, que adoptó el nombre de Jesús, vio como su familia se alejaba de él y era automáticamente desheredado. Incluso tocar las campanas está prohibido. La aplastante mayoría de los católicos son inmigrantes de Madagascar, extranjeros doblemente, por su procedencia y por su fe.
El DOMUND aporta un apoyo material y económico a la labor de testimonio de los misioneros y misioneras y de los católicos en estas islas. Son 90.000 dólares, que nada valen – aunque los misioneros saben que reflejan la cercanía de todos los católicos del mundo – ante la entrega y amor a los demás de las religiosas presentes en la isla – misioneras de la Caridad y hermanas de la Divina Providencia – y de los sacerdotes y religiosos – congoleños, tanzanos, un indio y un belga.
Con estos dineros del DOMUND y el saber hacer de Mons. Mahuza y de los misioneros se afrontan los gastos del año y se repararán algunas de las parroquias como la de Nuestra Señora de Fátima, además de adecentar la sede del vicariato, verdadero centro de referencia para fieles y misioneros.
OMPRESS-COMORES (28-09-12)

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