Del Cántico de las Criaturas a la ecología integral, por Josep Àngel Saiz Meneses, obispo de Terrassa
(27/09/2015)
El papa Francisco, en su encíclica Laudato Si, ha rendido honor al santo del que lleva el nombre como Obispo de Roma, a san Francisco de Asís, cuya fiesta se celebra el 4 de octubre.
La carta comienza y toma su título –“Alabado seas”- del famoso “Cántico de las criaturas”, con el que el santo de Asís, un gran místico y un gran poeta, contemplaba el mundo y sus elementos como “criaturas de Dios y como “hermanas del hombre”. De esta manera da primacía a la dimensión de alabanza a Dios por la belleza de las cosas creadas, incluso de las más humildes, pues todas colaboran a la compleja realidad de la Tierra, nuestra casa común.
La ciencia es un instrumento privilegiado a través del cual podemos escuchar el grito de la Tierra. Se afrontan en el documento cuestiones extremadamente complejas y urgentes, algunas de las cuales –como el cambio climático y sobre todo sus causas- son objeto de un vivo debate en el campo científico. En la perspectiva de la encíclica –y de la Iglesia- es suficiente que la actividad humana sea uno de los factores que explican los cambios climáticos para que se derive de ello una responsabilidad moral grave, que nos ha de llevar a hacer todo lo que esté en nuestro poder para reducir su impacto y para evitar sus efectos negativos sobre el ambiente y sobre los países más pobres.
La encíclica se centra en recordar la tremenda responsabilidad del ser humano con respecto a la creación, de la que no es dueño para explotarla como quiera, sino que ha de sentirse administrador ante las actuales y también ante las futuras generaciones. La carta del papa Francisco podemos decir que responde a esta pregunta: ¿Qué Tierra vamos a dejar a nuestros hijos?
El Papa se ocupa de las raíces de la situación actual para determinar no sólo los síntomas sino también las causas más profundas, en diálogo con la filosofía y las ciencias humanas. De esta manera, como ha escrito el cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo de Justicia y Paz, “el objetivo del papa Francisco es el de elaborar una ecología integral, que en sus diversas dimensiones, incluya el puesto específico que el ser humano ocupa en este mundo y sus relaciones con la realidad que lo circunda”. Y esto en las diversas dimensiones de nuestra vida: en la economía y en la política, en las diversas culturas, en especial en las más amenazadas, e incluso en todos los momentos de nuestra vida cotidiana.
Se trata de desarrollar una ecología integral que en sus diversas dimensiones comprenda «el lugar específico que el ser humano ocupa en este mundo y sus relaciones con la realidad que lo rodea». La ecología integral tiene que llegar a ser un paradigma capaz de articular las relaciones fundamentales de la persona humana: la relación con Dios, con ella misma, con los otros seres humanos, con la creación.
Dios Creador ha puesto en nuestras manos este planeta, que san Francisco de Asís denominaba la hermana-madre tierra. Tendríamos que dejar a los que vendrán después de nosotros un mundo mejor del que nosotros hemos encontrado. Porque la voluntad de Dios, tal como expresa el libro del Génesis, es que el ser humano conserve, más aún, perfeccione la obra de la creación.
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa.

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