El papa Francisco ha reflexionado antes del rezo del ángelus sobre el pasaje evangélico de este domingo, en el que domina una pregunta de Jesús a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el hijo del hombre?». Un cuestionamiento que ha aprovechado el Pontífice para decir que «Cristo no es un recuerdo del pasado, sino el Dios del presente».
Francisco ha dado algunas de las respuestas que ofrece la gente y que considera a Jesús como un gran maestro, una persona buena, justa y coherente, pero también ha dicho que esto es demasiado poco. De hecho, verlo como alguien del pasado sería «un bonito recuerdo de un tiempo pasado».
«Jesús no quiere ser protagonista de la historia, sino que quiere ser protagonista de tu hoy, de mi hoy; no un profeta lejano, ¡Jesús quiere ser el Dios cercano! Cristo no es un recuerdo del pasado, sino el Dios del presente», ha subrayado.
En este sentido, ha insistido en la idea de que si solo fuera un personaje histórico, «imitarlo sería imposible: nos encontraríamos ante el gran foso del tiempo y, sobre todo, ante su modelo, que es como una montaña muy alta e inalcanzable». «Jesús está vivo: recordémoslo, Jesús está vivo, Jesús vive en la Iglesia, Jesús vive en el mundo, Jesús nos acompaña, Jesús está a nuestro lado», ha agregado.
También ha dicho que la figura de la figura de Jesús comparte las alegrías y las fatigas del camino, también cuando la cima de la vida cristiana «nos parece demasiado alta». «Miremos a Jesús siempre; miremos a Jesús que camina a nuestro lado, que acoge nuestras fragilidades, comparte nuestros esfuerzos y apoya su brazo firme y suave sobre nuestros hombros débiles», ha destacado.
Próximo viaje a Mongolia
Tras la oración mariana, el Pontífice ha recordado que el próximo jueves emprende un nuevo viaje apostólico, en esta ocasión, a Mongolia. «Será una ocasión para abrazar a una Iglesia pequeña en número, pero vivaz en la fe y en la caridad, y también para encontrarme de cerca con un pueblo noble, sabio y de gran tradición religiosa que tendré el honor de conocer, especialmente en el contexto de un evento interreligioso», ha reconocido.
Como suele hacer, también se ha acordado de los pueblos que sufren. A la martirizada Ucrania, ha añadido este domingo a Grecia, que sufre el azote de los incendios.