Estados Unidos: Conferencia Episcopal denuncia decisión del Gobierno de terminar el DACA y urge al Congreso encontrar solución legislativa
El presidente y vicepresidente y la junta de directores de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, sigla en inglés) denunciaron, en una declaración conjunta, la decisión del Gobierno de terminar el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) después de seis meses.
El presidente de USCCB, cardenal Daniel N. DiNardo de Galveston de Houston; el vicepresidente, monseñor José H. Gómez de Los Ángeles; monseñor Joe S. Vásquez de Austin, presidente del Comité de migración ; y monseñor Joseph J. Tyson de Yakima, presidente de la subcomisión de pastoral de los migrantes, los refugiados y los viajeros, dijeron que la “cancelación del programa DACA es reprochable”.
Más de 780.000 jóvenes recibieron protección del programa DACA desde sus inicios por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en el 2012. DACA no les permitió ningún beneficio legal del estado o del gobierno, pero les brindó a los beneficiarios una autorización de empleo temporal para trabajar en Estados Unidos y la suspensión de la deportación.
El texto completo de la Declaración conjunta es el siguiente:
La cancelación del programa DACA es reprochable. Causa temor innecesario a los jóvenes de DACA y sus familias. Estos jóvenes entraron a Estados Unidos como menores de edad y muchos ven a Estados Unidos como su único hogar. La Iglesia católica ha visto durante mucho tiempo con orgullo y admiración como la juventud de DACA vive su vida diariamente con esperanza y determinación de prosperar y contribuir a la sociedad: continuando trabajando y ayudando a sus familias, sirviendo en el Ejército, y recibiendo una educación. Ahora, después de meses de ansiedad y miedo sobre su futuro, estos jóvenes valientes enfrentan la deportación. Esta decisión es inaceptable y no reflejan quiénes somos como estadounidenses.
La iglesia ha reconocido y proclamado la necesidad de dar la bienvenida a los jóvenes: “El que recibe a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe, no me recibe a mí, sino al que me ha enviado” (Marcos 9:37). Hoy, nuestra nación ha respondido lo contrario de cómo la Escritura nos llama a responder. Es un retroceso de los avances que tenemos que hacer como país. Las acciones de hoy representan un momento desgarrador de nuestra historia que demuestra la ausencia de la misericordia, la buena voluntad, y una visión miope del futuro. Los jóvenes de DACA se han formado en nuestro país y nuestra Iglesia y son, en todo aspecto social y humano, parte de la juventud americana.
Instamos encarecidamente al Congreso a que actúe y reanude inmediatamente su trabajo de dar una solución legislativa. Prometemos nuestro apoyo para trabajar en la búsqueda de un medio expedito de protección de la juventud DACA. Como personas de fe, decimos a la juventud de DACA, independientemente de su estado migratorio: ‘Ustedes son hijos de Dios y bienvenidos en la Iglesia católica. La Iglesia católica les apoya y abogará por usted”.
Fuente: USCCB

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