«En este tiempo de Adviento, manifestemos el amor de Cristo mostrando responsabilidad y cuidado por todos. Mientras la pandemia de COVID-19 continúa por segundo año consecutivo, las Iglesias europeas animan a todos a observar las medidas sanitarias necesarias y a vacunarse». Con esas palabras el presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), el cardenal Jean-Claude Hollerich y el presidente de la Conferencia de las Iglesias Europeas (CEC), Christian Krieger, han hecho un llamamiento conjunto para vacunarse contra el covid-19.
Responsabilidad y justicia social
Explica en su comunicado que, tras haber escuchado a los expertos, creen «que la vacunación es actualmente la forma más eficaz de luchar contra la pandemia y salvar vidas». Y reafirman que la vacunación ofrece protección no sólo a ellos mismos, «sino también a nuestros hermanos y hermanas, en particular a los más frágiles de entre nosotros».
Necesidad de cohesión, unidad y solidaridad
«La decisión de vacunar puede no ser fácil y que puede haber muchas razones para dudar. Aclaren sus dudas y tomen una decisión bien informada después de buscar el asesoramiento profesional de autoridades y expertos competentes». Recuerdan además que «estamos asistiendo a la difusión de información falsa y de afirmaciones infundadas en nuestras sociedades sobre la vacunación, explotando la pandemia y provocando miedo y polarización en un momento en que nuestras sociedades necesitan cohesión, unidad y solidaridad».
Vacunas para todos
En su mensaje han querido lanzar «un llamamiento a toda la sociedad civil para que conciencie y anime a los ciudadanos a tomar medidas responsables para protegerse a sí mismos y a los demás, especialmente a aquellos que no pueden ser vacunados por razones de salud u otras». Y reiteran su llamamiento a la Unión Europea y a sus Estados miembros «para que cumplan sus compromisos de reparto de vacunas e intensifiquen sus esfuerzos globales para garantizar un acceso equitativo a las dosis para todos, incluso en las regiones con sistemas sanitarios más débiles».
