Chile ya vive el encuentro con Francisco, “Mi paz les doy”, por María Elena Rojas Orellana
En un ambiente de alegría y celebración, así espera Chile al papa Francisco, que entre el 15 y el 18 de enero estará entre ellos para llevarles la paz, el consuelo y la esperanza de Cristo.
Son casi seis meses que la Iglesia en Chile está inmersa en la preparación para recibir al primer Papa Latinoamericano. El papa Francisco será el segundo pontífice en pisar suelo chileno después de la visita que san Juan Pablo II, realizó entre el 1 y el 6 de abril de 1987.
El Santo Padre arribará a Chile para visitar las ciudades de Santiago, Temuco e Iquique y en cada lugar su paso estará lleno de significado. Desde el lema: “Mi paz les doy”, la Comisión Nacional para la visita papal ha impulsado y trabajado fuertemente en una concienzuda preparación en todas las diócesis chilenas. Así ha permeado con diversos materiales de oración, animación y reflexión las numerosas actividades pastorales que la Iglesia realiza ordinariamente. La preparación de los jóvenes voluntarios y coordinadores, que sobrepasaron las expectativas -más de 19 mil personas-, ha sido también muy vigilada para que los peregrinos puedan participar en todos los encuentros con serenidad y seguridad.
En esta ocasión, para los oraganizadores, la tecnología será un buen aliado para poder trasmitir la cercanía del papa Francisco. Cada evento y cada lugar donde se desarrollarán los encuentros ha sido realizado con gran profesionalidad y para ayudar a que nacionales y extranjeros, al menos en esos días, puedan unirse entorno al mensaje que el Santo Padre quiere trasmitir, dejando atrás las diferencias que puedan existir.
La Comisión ha volcado también sus esfuerzos en dar a esta visita un sello de sustentabilidad y transparencia, todo ello inspirado en la Encíclica Laudato Si’ de Francisco. Así si se han establecido medidas de tipo ambiental, social y económico que van desde las gestión de residuos de los eventos masivos, la reutilización de los materiales que se usen en la construcción de los escenarios, hasta la participación de personas en los encuentros masivos sin distinción de edad, nacionalidad, etnia o discapacidad, y la cuantificación de los aportes monetarios y no monetarios.
La agenda que el papa Francisco cumplirá en Chile será apretada pero sin duda expresa “el cariño que tiene el Papa por visitar, reconocer y valorar la sociedad chilena y sus dificultades” ha dicho monseñor Fernando Ramos, secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile y coordinador de la Comisión Nacional para la visita papal, destacando que el paso del Santo Padre “ayudará al encuentro en el país”.
Santiago, en la mesa de los pobres
La llegada del papa Francisco a Santiago de Chile está prevista para el día 15 de enero a las 20:10 horas con vuelo proveniente de Roma. Tras casi 15 horas de viaje el Santo Padre será recibido en el aeropuerto internacional de esta ciudad para luego dirigirse a la Nunciatura Apostólica, en este trayecto una parada en la parroquia de San Luis Beltrán -para cambiar de auto cerrado al papamovil- será el momento donde Francisco tendrá su primer cara a cara con los chilenos.
En las primeras horas del día 16 enero el pontífice encontrará a las autoridades del gobierno chileno en el Palacio de la Moneda y también realizará una visita de cortesía a la mandataria chilena Michelle Bachelet.
Más tarde se dirigirá al Parque O’Higgins, donde celebrará la Misa por la Paz y la Justicia, en el lugar 550 músicos, entre voces e instrumentos, laicos y consagrados, formarán parte del coro integrado por alumnos de la Fundación Educativa Nocedal, una institución que brinda educación a niños y jóvenes de sectores vulnerables.
Por la tarde el Papa visitará una cárcel femenina, el Centro Penitenciario San Joaquín, donde más de 600 mujeres cumplen condena. En el lugar las encarceladas también han querido prepararse para recibirlo elaborando cruces y pulseras que serán bendecidas y luego repartidas en todos los centros penitenciarios para mujeres del país.
Más tarde, Francisco sostendrá un encuentro con los sacerdotes, semnaristas, consagradas, religiosas y religiosos en la Catedral de Chile, a lo que seguirá su encuentro con los obispos de Chile.
Avanzada la tarde, acudirá al Santuario del Padre Hurtado, en Estación Central. Allí encontrará a José Elmer García Ramos, de 73 años de edad, un beneficiario del Hogar de Cristo institución que desde hace 70 años -animada por la espiritualidad de san Alberto Hurtado- atiende directamente a los más vulnerables promoviendo además una cultura de respeto, justicia y solidaridad.
Temuco, entre mapuches y criollos
El miércoles 17 de enero el Papa viajará de Santiago a Temuco, la tercera ciudad más importante de Chile. Este territorio sureño de gran belleza natural tiene una historia de duros enfrentamientos y resistencias, algunos muy recientes. En La Araucanía, la Novena Región del país, mapuches y criollos esperan un mensaje de paz que los ayude a convivir.
En palabras del secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile, monseñor Fernando Ramos, “el Santo Padre va a poder iluminar fuertemente la situación en La Araucanía y poder colaborar para que la gente que viva allá y los chilenos podamos tener una relación cordial y pacífica”.
Así también lo cree el obispo de Temuco, monseñor Héctor Vargas, que en los meses de preparación de la visita ha manifestado en varios momentos que Iglesia diocesana espera con alegría la visita de Francisco a tierras de La Araucanía “porque traerá un mensaje de esperanza, fortaleza, que nos llena el espíritu y nos confirma en la fe”.
En esta tierra que abriga la esperanza de vivir en paz y con dignidad, el papa Francisco celebrará una Misa por el Progreso de los Pueblos en el aeródromo de Maquehue, se estima que el número de peregrinos alcance el medio millón de personas. Se contará con unos 300 sacerdotes y 20 seminaristas que participarán como monaguillos en la Eucaristía.
Según ha anunciado el presbítero Patricio Trujillo, encargado de Liturgia en Temuco, para esta Misa se ha contemplado “una rogativa Mapuche”, que se acostumbra en las celebraciones diocesanas de algunas solemnidades durante el año. “Participarán alrededor de 23 hermanos mapuche, provenientes de diversas comunidades, que en el momento oportuno subirán y se ubicarán frente al altar para ofrecer sus plegarías”, ha explicado.
Tras la multitudinaria celebración, Francisco almorzará con algunos habitantes de La Aracaunía en la casa “Madre de la Santa Cruz” para luego regresar a Santiago.
Maipú en “Modo Papa”
“Francisco, Maipú te espera” reza un cartel en el Santuario Nacional de Maipú donde el Vicario de Cristo se encontrará con los jóvenes de Chile. El año de la llegada del pontífice coincide con los 200 años de la declaración de la independencia de Chile, el 12 de febrero de 1818, y de la promesa del pueblo de Santiago, el 14 de marzo de 1818, de levantar un Santuario a la Virgen del Carmen donde se sellara definitivamente la independencia. El encuentro en este santuario popular mariano, ubicado en la región metropolitana de Santiago, se producirá el miércoles por la tarde, en tanto los jóvenes han realizado intensas jornadas de preparación y se han puesto ya en “Modo Papa”.
A este momento con la juventud seguirá una visita del Santo Padre a la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde también la preparación se ha dejado ver a través de debates, exposiciones y un estudio social que busca conocer el impacto de la visita papal al país.
Iquique, flores en el desierto
En su último día en Chile, el Papa se trasladará hacia el norte, a Iquique. En esta tierra, en el Sector de Campus Lobito, Francisco presidirá la Misa de Nuestra Señora del Carmen, Reina y Madre de Chile, junto a más de 150 sacerdotes y obispos. Según ha estimado la diócesis de Iquique unos 350 mil peregrinos participarán en esta fiesta de fe.
En la celebración se incluirán elementos propios de la zona, como la coronación de la imagen de la Virgen de La Tirana, cuya imagen estará a la derecha del pontífice. También se podrán apreciar las imágenes de San José del Santuario de La Tirana, que representa al primer migrante, y la de San Lorenzo de Tarapacá; han detallado los organizadores.
En medio del desierto, una parte importante de la decoración serán las tradicionales flores de hojalata del arte fúnebre salitrero. Diversas cofradías de bailes religiosos bajarán desde los pueblos del interior de la región y entrarán bailando al Campus Lobito cuando se entronicen las imágenes, propias de la religiosidad popular.
Según ha señalado el padre Javier Sáez, rector del Santuario de La Tirana y encargado de Liturgia para Iquique, el sentido profundo de la Eucaristía se juega en que estará enmarcada principalmente en la propia cultura e identidad nortina. “Buscamos que el Papa pueda darse cuénta de cómo la fe se mantiene en el norte de Chile a través de la piedad popular”, ha afirmado el sacerdote.
Tras la celebración el séquito papal almorzará en la casa de retiros del Santuario Nuestra Señora de Lourdes gestionada por los Padres Oblatos.
Más adelante, Francisco se despedirá de Chile en el aeropuerto de Iquique a las 16:45 de la tarde y tomará minutos más tarde el vuelo que lo llevará hasta Lima, la capital del Perú.
Un hogar para todos
A pocos días de la visita papal, el Cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago, ha manifestado que “el Papa Francisco vendrá ciertamente a inquietar las conciencias y a despertar una renovada esperanza para muchos” en un Chile donde “los buenos promedios económicos no son sinónimos, por sí solos, del reconocimiento a la dignidad humana de todos los compatriotas”.
Trasmitiendo la ilusión y emoción que embargan al pueblo chileno, el purpurado ha destacado que la visita del papa Francisco puede ser para los quiénes viven en el país una ocasión para examinar las “posibilidades y progresos con humildad y gratitud” también “una oportunidad para sanar antiguas y nuevas derida” y caminar hacia “nuevos y exigentes desafíos en el gran propósito de hacer de Chile un hogar para todos”. Que así sea.
María Elena Rojas Orellana
