Centinelas de la oración. Vida contemplativa en el Año de la Fe, por Eusebio Hernández Sola, obispo de Tarazona
Queridos hermanos y amigos: En este domingo de la solemnidad de la Santísima Trinidad se nos invita a entrar en comunión con una parte importante de la Iglesia; celebramos hoy la Jornada pro orantibus, es decir de aquellos que dentro de la Iglesia han consagrado su vida a la oración y a la contemplación.
Hay cosas importantes en la vida de la humanidad que no llaman la atención ni hacen mucho ruido. Lo mismo podemos decir de los contemplativos y contemplativas que desde sus monasterios son el corazón orante de toda la Iglesia.
Por eso en este día se nos pide orar por los consagrados y consagradas en la vida contemplativa y expresar de esta forma la estima y la gratitud por lo que desde el silencio y la oración hacen por cada uno de nosotros.
En este Año de la fe somos llamados a descubrir lo que significa la comunión con todos los hermanos de la Iglesia y hoy lo hacemos con los contemplativos que desde el silencio, la oración y la total dedicación a Dios son un testimonio para todos nosotros de lo que significa una vida centrada en Dios y consagrada a Él.
Ellos son los “centinelas de la oración” como nos dice el lema elegido para esta año 2013. El centinela es aquel que desde su puesto observa para proteger a los demás y, ante el peligro, da la alarma a los demás para que despertando del sueño protejan y eviten el ataque. Los contemplativos son los que en nuestra Iglesia están despiertos, vigilantes, con su oración para proteger a la Iglesia frente a todo aquello que le puede quitar la alegría y la esperanza de la fe. La misión del centinela es de vital importancia para la seguridad de todos, por ello los contemplativos desde su oración están atentos a los peligros que nos pueden atacar y arrancar de nosotros la buena noticia del Evangelio de Jesucristo.
El centinela nunca abandona su misión porque es consciente de que la seguridad de todos depende de él, de su dedicación, de su vigilancia; por ello es tan importante contar en cada diócesis de comunidades que monjas o monjes que garanticen este servicio a favor de todos los fieles.
Por ello, si esta labor es tan importante, hoy todos nosotros, desde el agradecimiento, debemos elevar nuestra oración al Señor para que ningún monje ni monja desfallezca en su misión de servir al bien de la Iglesia. Que el Señor fortalezca a cada uno de ellos y encuentre respuesta en los que quiera llamar a esta vocación preciosa para la Iglesia.
Junto al sentido del centinela como aquel que vigila, también existe con el del que muestra el camino o el sendero. En la vida cristiana hacen falta personas que nos muestren el sendero, el camino que nos conduzca hacia Dios. Los contemplativos, consagrados al Señor totalmente, nos muestran con su vida el camino que nos conduce hacia lo esencial de la vida cristiana.
En este día nos sentimos en comunión con las hermanas que en los monasterios de nuestra diócesis son un testimonio de fe. Os pido a todos que recemos al Señor para que también en la ciudad de Tarazona podamos contar algún día con una comunidad contemplativa que desde la cercanía al Obispo y a la Catedral sean centinelas de oración para toda nuestra diócesis.
Con todo afecto os saludo y bendigo.
+ Eusebio Hernández Sola, OAR
Obispo de Tarazona

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