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Celebración Santiago Apóstol – Algunos datos de interés

Celebración Santiago Apóstol – Algunos datos de interés 

La ofrenda al Apóstol

El día 25 de julio, Solemnidad del Apóstol Santiago, durante la misa solemne que se celebra en la catedral, el Rey o un delegado de la Casa Real, en representación del pueblo español, renueva la tradicional ofrenda al Apóstol Santiago, dando continuidad a esta tradición, instaurada por Felipe IV en 1643. En esta ocasión los propios reyes, D. Felipe y Dña. Letizia, estarán presentes en la ceremonia y D. Felipe VI realizará la ofrenda.

La catedral

La Catedral de Santiago es la iglesia madre de la Archidiócesis Compostelana. En ella está la cátedra de su Arzobispo: de ahí el nombre de la Catedral. Su singularidad radica en poseer la tumba del Apóstol Santiago, por lo que la convierte a partir del siglo IX en uno de los más importantes santuarios de toda la cristiandad. A él concurren peregrinos de todas las partes del mundo. Es, ante todo, casa de oración, y centro de vida sacramental, que propicia la reconciliación con Dios en el sacramento de la penitencia y el acrecentamiento de la vida cristiana en la Eucaristía. Su ámbito está cargado de resonancias históricas y palpitaciones artísticas.

 

El Cabildo de la Catedral

 

El cabildo, como colegio de sacerdotes que ejercen, en comunión con el Arzobispo y con la Iglesia universal, su ministerio sacerdotal en la Catedral de Santiago de Compostela sirviendo al Pueblo de Dios, tiene como cometido singular el de ser custodios de las reliquias del Apóstol Santiago.

Además, entre sus funciones ordinarias están:

>Preparar y celebrar las funciones litúrgicas en la Basílica.

>Solemnizar el día del Domingo y las fiestas.

>Celebrar, cotidianamente, la Misa conventual y la Liturgia de las Horas

>Ofrecer una adecuada atención pastoral y litúrgica a los fieles.

>Promover el culto Jacobeo.

>Asumir la responsabilidad histórica de la Catedral: origen y culmen del Camino de Santiago

>Acoger y alentar a los peregrinos.

>Fomentar los estudios históricos, culturales y artísticos de la tradición jacobea.

 

Historia de la catedral

Bernardo el Viejo, Maestro Admirable, y Roberto, inician la construcción de la Catedral Románica en el año 1075, bajo el reinado de Alfonso VI y siendo Obispo D. Diego Peláez. Tras esta etapa inicial, diversos avatares suspenden o, cuando menos, ralentizan las obras hasta que toman un nuevo impulso en tiempos del Arzobispo Gelmírez, en el año 1100, a cargo del Maestro de Platerías; poco a poco la construcción de la Catedral irá avanzando a lo largo del siglo XII, encargándose, en 1168, al Maestro Mateo, la terminación de la misma, incluyendo el cierre occidental y la construcción del Coro en la nave mayor, de manera que en 1211 se celebra la consagración de la Basílica con la presencia de Alfonso IX.

Aunque la estructura medieval se ha mantenido en lo fundamental, a lo largo de los siglos la Catedral ha ido variando su fisonomía con la construcción en el Renacimiento del Claustro y sus espacios anejos y, sobre todo en el Barroco, en que se realizan obras como la capilla mayor, los órganos, el cierre de la cabecera o la fachada del Obradoiro entre otras importantes actuaciones. Durante el Neoclasicismo se realiza la nueva fachada de la Azabachería y en los últimos cien años se han seguido realizando diversas actuaciones.

El Camino de Santiago

El Camino de Santiago, Primer Itinerario Cultural Europeo y Patrimonio de la Humanidad, es una de las más antiguas y principales vías de peregrinación de la cristiandad. Desde el descubrimiento del sepulcro del Apóstol Santiago, innumerables peregrinos se han puesto en camino hacia Compostela, para venerar sus reliquias, conformando así toda una cultura jacobea a lo largo de Europa.

Santiago es una de las tres grandes ciudades de peregrinación del cristianismo, junto a Jerusalén y Roma. Cuando los cristianos europeos ven amenazada su fe por el avance del Islam, se afirman en ella peregrinando hacia el recién descubierto Sepulcro del Apóstol Santiago, a partir del siglo IX. Así se crearon paso a paso rutas que conducían a Santiago de Compostela, dando lugar una forma de unidad entre los diferentes países y regiones europeos. Los siglos XII y XIII fue la época dorada de la peregrinación a Santiago. Posteriormente, el Renacimiento y la Reforma se vieron acompañados por ataques al fenómeno jacobeo que, sin embargo, se mantuvo en pie, aunque con menor afluencia de peregrinos. La Bula de León XIII “Deus Omnipotens”, que verificaba la autenticidad de las reliquias apostólicas, significó un nuevo impulso a la peregrinación jacobea, creciendo a lo largo del siglo XX hasta nuestros días, en los que la peregrinación se muestra con fuerza y en auge.

La peregrinación a Santiago nos conduce a la Tumba de un Apóstol, uno de los doce que formó parte del círculo íntimo de Jesucristo y que fue responsable de la evangelización de Hispania, es decir, fue el transmisor de la fe original recibida de Jesús.

 

Año Santo

En 1122 el Papa Calixto II otorgó a la Diócesis de Santiago de Compostela el privilegio de conceder Indulgencia Plenaria a todos los que visitaran el Sepulcro del Apóstol cada año en el que la festividad de Santiago coincidiera con domingo. Así consta en la Bulla “Regis Aeterni”, promulgada por el Papa Alexandro III en 1179. En los años en que la festividad de Santiago (25 de julio) coincide en domingo, se celebra por tanto un Año Santo, lo cual sucede cada 6, 5, 6 y 11 años. El último Año Santo se celebró en 2010 y el próximo será en 2021 (toca esperar 11 años). Durante los Años Santos la afluencia de peregrinos se incrementa y la Puerta Santa se abre a lo largo de todo el año como símbolo del perdón y las indulgencias.

La Indulgencia es la total remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, concedida por la Iglesia. Puede alcanzarse una vez al día y puede aplicarse por uno mismo o por los fieles difuntos.

Para conseguir las Indulgencias del Jubileo, se debe:

– Visitar la Catedral de Santiago, donde se guardan, custodian y veneran los restos del Apóstol Santiago el Mayor, participando en la Eucaristía o en cualquier otro acto litúrgico, teniendo un momento de oración por las intenciones del Romano Pontífice (Padrenuestro o Credo).

–  Confesión Sacramental. Una misma confesión sirve para alcanzar varias indulgencias. Puede hacerse 15 días antes o después de la visita a la Catedral de Santiago.

– Comunión Eucarística, para cada una de las indulgencias.



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