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Católicos y científicos: Zacarías Martínez, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

 Zacarías Martínez (1864-1933) fue un cura católico fraile agustino y científico especializado en biología, discípulo del Premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal.

Conciliador evolución-fe católica, Cajal prologó una de sus obras diciendo: «El docto autor de este libro, a quien tuve la honra de contar entre mis más aprovechados discípulos, cuando la asignatura de Histología era común a las Facultades de Medicina y Ciencias, me pide, con simpática modestia, unas líneas de prólogo para encabezar su trabajo, como si su personalidad científica necesitara de padrinos y fiadores que garanticen la seriedad y excelencia de su labor…… ha hecho lo que era dable realizar, popularizar entre nosotros estas interesantes cuestiones, exponiendo con su especial estilo, vivo, nervioso, pintoresco —no exento, a veces, de cierta fogosidad propia de nuestra raza batalladora —, los laudables esfuerzos de observación y análisis… Ni se limita a exponer clara y elocuentemente los hechos y teorías biológicas más importantes, sino que los analiza y critica, y casi siempre con acierto a la luz de la filosofía y de los principios de la ciencia positiva». Muchos ateos y/o laicistas que en la actualidad adoran a Cajal desconociendo que era creyente, no dudan en afirmar que los curas, los obispos como Zacarías Martínez y los católicos en general somos enemigos de la ciencia: los hechos concretos les denuncian, los hechos concretos invalidan la argumentación favorable a retirar la religión de la escuela.

Fue además Obispo de Huesca y de Vitoria, y Arzobispo de Santiago de Compostela. Entre sus títulos destacan el de Maestro en S. Teología, que obtuvo en 25 de enero de 1903; Doctor en Ciencias; Predicador de Su Majestad; Académico correspondiente de la de Ciencias Morales y Políticas (Noviembre 1919); de la Real Academia de la Historia; miembro de la de Historia Natural de Madrid, de la de Ciencias Ibéricas de Zaragoza, de la de Buenas Letras de Barcelona; en 18 de diciembre de 1921, fue nombrado socio correspondiente de la Academia Pontificia de Nuovi Lincei de Roma –fundada por los científicos católicos Federico Cesi y Galileo Galilei-, y finalmente se le concedió el título de Caballero Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII en 1924.

La historia de la ciencia en España es un ejemplo inequívoco de conciliación ciencia-fe a nivel mundial. De no ser porque falleció antes de la Persecución Religiosa no cabe duda que habría sido asesinado por los autodenominados progresistas de la época, como lo fueron tantos otros científicos católicos de los que ya hemos hablado aquí.

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