Esta mañana se ha inaugurado en el Centro Cultural Provincial Les Aules la muestra “Sede Sapientiae segons Darío Fernández”, organizada conjuntamente por la parroquia y la Diputación, del 8 al 20 de octubre. La elección de esta sala no es casual: durante más de cincuenta años fue una capilla dedicada a la Virgen bajo esta misma advocación. Se expone así al público una imagen de la Virgen de la Sapiencia que será bendecida por el Obispo diocesano, Mons. Casimiro López Llorente, el 24 de octubre con motivo de la misa de inicio de curso universitario.
Después quedará destinada a la veneración de los fieles en la Parroquia de El Salvador, y en particular de los estudiantes y universitarios, de los que es patrona.
Con esta adquisición, la Parroquia universitaria hace un paso más para consolidarse en las raíces de Castellón. El templo de esta comunidad católica es el más nuevo de la Diócesis (fue consagrado el año pasado), pero desde el principio ha buscado conectar con la historia: las piedras del altar son las de la antigua arciprestal de Santa María, adquirió un Cristo de la Misericordia, de antigua veneración en lo que era el Calvario de la ciudad (actualmente la plaza detrás de correos) y, ahora, recupera el culto a la advocación de la Virgen de la Sapientia, explicó Joan Llidó, párroco de el Salvador, en la inauguración de la exposición. En eñ acto también estuvo presente el Diputado de Cultura, Héctor Folgado.
La Virgen de la Sapiencia, hecha por el escultor sevillano Darío Fernández para la parroquia castellonense de El Salvador, une en su iconografía elementos propios de la representación tradicional en Occidente de la Sedes Sapientiae y de la Odigitria (Aquella que señala el camino) de la tradición oriental, así como de la única representación castellonense que conocemos de esta advocación mariana, la Mater Sapientiae (1787) de Juan Bautista Sunyer. Como en los modelos occidentales, el Niño Jesús, sentado en la rodilla izquierda de la Virgen, bendice con su mano derecha y sostiene con su izquierda el libro de las Sagradas Escrituras, que en este caso permite leer parte de la cita evangélica (Jn 14, 4-6) a la que hace referencia la tradición de los iconos orientales de la Odigitria y que muestra también la cruz flanqueada por la primera y la última de las letras del alfabeto griego, símbolo apocalíptico de la divinidad de Cristo. Como en los referidos iconos, la Virgen de la Sapiencia de El Salvador señala con su mano derecha a Jesús, camino de salvación, mientras dirige la mirada a los fieles. Un largo manto azul, ribeteado de oro, cubre a la Virgen desde la cabeza, por debajo del cual una toca blanca rodea su rostro, detalles que evocan a la Mater Sapientiae venerada por los estudiantes de Castellón durante más de cincuenta años en el altar de la capilla de las Aulas de Gramática.
La Virgen de la Sapiencia está tallada en madera de cedro real, policromada al óleo i dorada con pan de oro bruñido, siguiendo las técnicas de los siglos XVI y XVII. De estilo barroco, el autor utiliza un lenguaje plástico de absoluta vigencia a la hora de expresar las experiencias religiosas y los misterios de la fe en el marco cultural del catolicismo europeo y, en este caso, la belleza de los misterios de la encarnación de Dios i de la salvación de la humanidad mediante su Palabra, Jesús de Nazaret.
Darío Fernández (Sevilla, 1973) estudió escultura en madera y piedra y cerámica en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Sevilla, mientras completaba sus conocimientos en la Facultad de Bellas Artes y aprendía en el taller del imaginero sevillano Antonio Dubé de Luque su verdadera pasión, la imaginería religiosa. Con una depurada y consciente inspiración en las obras de los grandes maestros del barroco, Darío ha conquistado un estilo propio caracterizado por una naturalidad muy mesurada en sus esculturas, sin detallismos innecesarios, que consigue unos resultados de conjunto dotados de notable intensidad y belleza plástica y de una unción o quid divinum (cosa divina) que hasta ahora le ha sido muy reconocida y apreciada.
En 2008 el diario ABC contaba a Darío Fernández entre los cuatro imagineros más destacados de Andalucía y en 2009 la National Gallery de Londres le encargó, para la exposición The sacred made real, una reproducción didáctica del busto del San Juan de la Cruz (1675) de F. A. Ruiz Gijón. Para la parroquia castellonense de El Salvador, Darío Fernández realizó en 2011 el Cristo de la Misericordia, su crucificado más personal hasta el momento, y ahora, con la Virgen de la Sapiencia, de estilo barroco, deja en la ciudad de Castellón de la Plana una de sus mejores representaciones de la Virgen María con el Niño Jesús, una imagen que manifiesta su capacidad artística no solo con el barro –para conceptualizar la idea– y con la gubia, sino también con la policromía.

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