No amemos de palabra sino con obras, por Eusebio Hernández Sola, obispo de Tarazona
Jornada Mundial de los Pobres 2017, 19 de noviembre
Queridos hermanos y amigos:
Al concluir el Año de la Misericordia el día 13 de noviembre de 2016, en las diócesis del mundo, hace ahora un año; el Papa Francisco celebraba en el Basílica de San Pedro el Jubileo dedicado a todas las personas marginadas socialmente. En la homilía, el Papa se expresaba de esta manera: “Hoy, en las catedrales y santuarios de todo el mundo, se cierran las Puertas de la Misericordia. Pidamos la gracia de no apartar los ojos de Dios que nos mira y del prójimo que nos cuestiona… especialmente al hermano olvidado y excluido, al Lázaro que yace delante de nuestra puerta. Hacia allí se dirige la lente de la Iglesia.… A la luz de estas reflexiones, quisiera que hoy fuera la Jornada de los pobres”.
Este deseo manifestado por el Papa se hacía realidad cuando firmó en la Plaza San Pedro la “Carta Misericordia et misera”. En ella expresaba: “Intuí que, como otro signo concreto de este Año Santo extraordinario, se debe celebrar en toda la Iglesia, en el XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, la Jornada mundial de los pobres. Será la preparación más adecuada para vivir la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el cual se ha identificado con los pequeños y los pobres, y nos juzgará a partir de las obras de misericordia (cf. Mt 25,31-46)”.
Para concretar, todavía más, este deseo el papa Francisco, el 13 de junio pasado, hacía llegar a todos los cristianos su Mensaje para la I Jornada Mundial de los Pobres que celebramos este domingo 19 de noviembre.
Esta es una Jornada en la que toda la comunidad cristiana deberá ser capaz de tender la mano a los pobres, a los débiles, a los hombres y a las mujeres a quienes con mucha frecuencia se les atropella la dignidad. El Mensaje tiene como título la expresión bíblica de la Primera Carta de Juan: “No amemos de palabra sino con obras” (1Juan 3,18).
Esta exhortación expresa una actitud que ningún cristiano puede ignorar. El Papa insiste cuando nos presenta el objetivo de esta Jornada: “No pensemos sólo en los pobres como los destinatarios de una buena obra de voluntariado para hacer una vez a la semana, y menos aún de gestos improvisados de buena voluntad para tranquilizar la conciencia. Estas experiencias, aunque son válidas y útiles para sensibilizarnos acerca de las necesidades de muchos hermanos y de las injusticias que a menudo las provocan, deberían introducirnos a un verdadero encuentro con los pobres y dar lugar a un compartir que se convierta en un estilo de vida”.
El Papa Francisco, en este Mensaje, nos invita a identificar con claridad la pobreza que se concreta, como él nos indica en: “muchos rostros marcados por el dolor, la marginación, la opresión, la violencia, la tortura y el encarcelamiento, la guerra, la privación de la libertad y de la dignidad, por la ignorancia y el analfabetismo, por la emergencia sanitaria y la falta de trabajo, el tráfico de personas y la esclavitud, el exilio y la miseria, y por la migración forzada. La pobreza tiene el rostro de mujeres, hombres y niños explotados por viles intereses, pisoteados por la lógica perversa del poder y el dinero”.
En suma, presenta una “lista inacabable y cruel” que se alarga siempre más por causa de “la codicia de unos pocos y la indiferencia generalizada”.
Esta Jornada nos invita a que cada uno de nosotros y cada comunidad, busque los gestos concretos que ayuden a estar atentos a las necesidades de todos los hombres, especialmente de los que sufren. Es lo que nos pide el papa Francisco en la conclusión de su Mensaje: “Que esta nueva Jornada Mundial se convierta para nuestra conciencia creyente en un fuerte llamamiento, de modo que estemos cada vez más convencidos de que compartir con los pobres nos permite entender el Evangelio en su verdad más profunda. Los pobres no son un problema, sino un recurso al cual acudir para acoger y vivir la esencia del Evangelio”.
Con todo afecto os saludo y bendigo.
+ Eusebio Hernández Sola, OAR
Obispo de Tarazona

Añadir comentario