“Derribados, pero no aniquilados”, la carta de los obispos de Puerto Rico tras la catástrofe causada por los huracanes Irma y María
– La Carta Pastoral de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña con motivo del paso de los Huracanas Irma y María por Puerto Rico, fue dada a conocer el 27 de septiembre de 2017, en la fiesta de San Vicente Paúl.
– Según señala la prensa local la recuperación del país requiere de arduos trabajos. Por varias semanas los servicios de agua, luz y telefonía desaparecieron de los hogares y negocios.
En la fiesta del “Santo de la caridad en tiempo de calamidades”, día de San Vicente de Paúl, los Obispos de la Iglesia de Puerto Rico dirigieron una carta a todos los puertorriqueños y a quienes han habitado la isla.
La última temporada ha sido tremendamente dura para el Caribe, siendo las islas más pequeñas, las más azotadas por los huracanes que las han arrasado. Las poblaciones han enfrentado la dureza de los vientos que derribaron casas, sistemas de electricidad, de telefonía y han dejado sin servicio de agua a la región. Hasta la presente fecha, los servicios básicos no se han restablecido. La Nasa publicó una fotografía de la región sumida en la oscuridad por el colapso del servicio eléctrico.
Los obispos de Puerto Rico describen con detalle y muestran en su carta el dolor por el que pasa el pueblo ante los últimos desastres. Hacen público “el dolor y frustración debido a los graves acontecimientos catastróficos por el paso de los huracanes Irma y María”. Resaltan el alto grado de dignidad de la población en la manifestación de solidaridad mutua y el respeto a la ley y a lo que ha sobrevivido de los azotes de los huracanes.
Al mismo tiempo hacen un llamado a la oración y la esperanza. En medio del dolor y la desolación, ven el futuro como “un tiempo para renacer”. Renacer, reconstruir, redescubrir la perla de los mares e ir al encuentro nuevamente con Jesús, es el camino de vida que invitan a todos a recorrer frente a lo que ha pasado.
Los obispos no pierden de vista la situación de la región vecina y se solidarizan, no solo con el resto de la región caribeña, sino también con México que sufrió paralelamente la catástrofe del terremoto. Agradecen las muestras de solidaridad llegadas desde algunos países de la comunidad internacional y de las iglesias de las naciones vecinas.
El futuro está en levantarse y retomar la vida, dicen los obispos, al mismo tiempo que llaman a la solidaridad local e internacional.
Les presentamos a continuación la carta de los obispos de la Iglesia de Puerto Rico
Fuente: Consejo Episcopal Latinoamericano

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