El cardenal Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid junto con Conrado Íscar, presidente de la Diputación, han inaugurado hoy la exposición fotográfica «Punto y seguimos. La vida puede más». Una muestra itinerante, promovida por la Comisión Episcopal de Migraciones a través de la sección de Trata de Personas y desarrollada con la colaboración del Centro Albor (HH Oblatas) de la diócesis que pretende visibilizar y sensibilizar sobre la situación de abuso y explotación de personas. Durante la inauguración, el cardenal ha querido expresar que «a veces convivimos con realidades humillantes sin advertir lo que pasa en nuestro entorno o, porque por egoísmo, decidimos mirar para otro lado».
A través de 41 fotografías realizadas por Fernando Mármol Hueso, la exposición ahonda sobre la situación de la trata en nuestro país, donde la forma de explotación más habitual es la sexual y tiene como víctimas en su mayoría a mujeres y a niñas, además, junto a las fotografías, cuatro paneles de texto ilustran y explican lo que expresan las imágenes.
El presidente de la CEE ha denunciado que «convertir a una persona en mercancía por la que se paga es una humillación extrema», tras apostillar que la trata con el propósito de prostituir a la persona es «el mercadeo con su libertad, con su cuerpo, con sus sentimientos, con sus esperanzas… hasta dejarla al borde del camino». En la misma línea esperanzada del título de la muestra, ha recordado que, al igual que Jesucristo, el Señor dice a las víctimas «levántate» y a nosotros nos exhorta a ayudarlas y acompañarlas en ese camino. Blázquez ha animado también, en este y en todos los campos de la vida, a ser «artífices de la dignificación de la mujer» y a aparcar «toda discriminación contra ella, creada a semejanza de Dios al igual que el hombre».
La exposición se estructura en tres apartados diferentes que tratan el drama de las víctimas, la indiferencia ente el abuso y la esperanza en la construcción de un futuro libre de la explotación. Para ello, se ha contado con la participación de personas que han sobrevivido a la trata de seres humanos, así como con los responsables de proyectos de atención y acompañamiento de entidades religiosas. Esta participación se ha materializado en muchas de las imágenes, donde las personas que aparecen son supervivientes de la trata que han querido participar en este proyecto.
Las frases que aparecen junto a las fotos también han sido recogidas de los testimonios de las víctimas, aunque los nombres son ficticios para preservar la identidad de las personas.
La muestra está abierta en el atrio del Palacio de Pimentel, en horario de 10,00 a 14,00 y de 19,00 a 21,00 horas y se podrá disfrutar hasta el próximo mes de noviembre.
