«El diácono es sinónimo de ministro, de servidor». Así se dirigió el cardenal Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid a Alberto Rodríguez Cillero, nuevo diácono de la archidiócesis vallisoletana. Al igual que los obispos y sacerdotes, «eres un fiel imitador de Jesucristo que vive, no para ser servido, sino para servir y entregar su vida por todos nosotros», prosiguió el cardenal en una celebración que tuvo lugar en la catedral este domingo 4 de octubre.
Rodríguez Cillero, de 27 años y que accedió al seminario mayor desde la Universidad, reafirmó de esta manera el compromiso ante su pastor «para observar el celibato durante toda la vida, conservar y acrecentar el espíritu de oración y celebrar la Liturgia de las Horas e imitar siempre en su vida el ejemplo de Cristo, cuyo cuerpo y sangre servirán con sus propias manos»
En la ceremonia de ordenación, en la que el ya diácono fue acompañado por sus familiares y amigos, estuvo presente el obispo auxiliar de la diócesis, Luis Argüello, secretario general de la CEE, además de compañeros seminaristas y varias decenas de sacerdotes y diáconos permanentes. Por último, Blázquez agradeció a Dios la vocación del seminarista «porque Él te ha llamado y porque tú, Alberto, has ido respondiendo ‘sí’. Y gracias también por todos los que te han ayudado en la maduración de tu respuesta», finalizó el cardenal.
