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Blaise O. Njama Muteck: «Mi vida siempre ha transcurrido en una alegre precariedad»
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Blaise O. N. Muteck: «Mi vida siempre ha transcurrido en una alegre precariedad»

El sacerdote camerunés de 35 años, Blaise Olok Njama Muteck, de la diócesis de Bafang, en Camerún, es uno de los muchos religiosos becados por el CARF (Centro Académico Romano Fundación) que busca apoyar a seminaristas, religiosos y consagradas de todo el mundo para que puedan continuar formarse para estar al servicio de la Nueva Evangelización.

Si hace unas semanas pudimos conocer  la historia de Nirmala Santhiyagu, de la congregación de las Misioneras de San Pedro Claver, y la realidad de la religión católica en el subcontinente asiático de la India, ahora es turno de adentrarnos en una pequeña diócesis africana mediante el testimonio de Blaise.

«Mi vida siempre ha transcurrido en una alegre precariedad, lo que me ha hecho experimentar bien cuán importante es la Providencia de Dios».


La Providencia operante en la vida de este joven sacerdote

La historia de Blaise es como la de otros tantos jóvenes de Camerún. Procede de una familia con escasos recursos pero con una fe firme. Cuando su padre, de pequeño, le interrogó sobre su futuro, él lo tenía claro: quería ser sacerdote.

Pasadas las dos semanas le volvió a formular la misma pregunta y el padre de Blaise obtuvo la misma respuesta. «Finalmente me matriculó en el Petit Séminaire Saint Michel de Melong, donde pude estudiar por un año a pesar de la escasa pensión de jubilación de mi padre. Después fui excluido del seminario por la falta de pago de mi matrícula. Mi padre murió y todo se complicó aún más, ya que nadie podía hacerse cargo de mi formación».

Sin embargo, el plan de Dios no terminaba ahí. Gracias a que su hermana mayor consiguió trabajo en un banco, pudo costearle el fin de su formación en el seminario menor y posteriormente en el Seminario Mayor Pablo VI, en la ciudad de Douala. Una vez ordenado diácono, volvió a encontrarse con la complicada realidad de su país, azotada por el implacable proceso de secularización, la falta de recursos materiales y el multilingüísmo característico de Camerún, lo que dificulta las vías de evangelización.

La respuesta de la Providencia, en este caso también, no tardó: el CARF, Centro Académico Romano Fundación, le otorgó una beca de estudio y así, superando los obstáculos de la cuarentena, ha podido llegar a Roma a tiempo para empezar sus estudios de Comunicación. El objetivo de su obispo es que sus sacerdotes adquieran competencias académicas para enseñar en los centros universitarios y que Blaise en particular, pueda ayudar en el desarrollo de la radio Lumen gentium, «una herramienta de comunicación imprescindible y necesaria para la evangelización de hoy». 



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