«Es importante poder volver a convocar al Pueblo de Dios a la Eucaristía» porque «es signo de esperanza y fuente de amor» en medio de esta situación. Así se explicaba el secretario general de la CEE, Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid, que ha participado esta mañana en el programa «Espejo Público» de Antena3. Ante las preguntas de la presentadora, Susanna Griso, el portavoz de los obispos ha destacado que abrir los templos «es un gesto de solidaridad ciudadana» a través del cual la Iglesia puede consolar por ejemplo a aquellos «que han perdido un ser querido, los que viven el duelo en estos momentos».
Argüello ha hecho alusión a las pautas de la Comisión Ejecutiva de la CEE que «aseguren las medidas de seguridad» de las autoridades sanitarias durante el culto. «Tenemos también el deseo de cuidado para no propagar la enfermedad» y una de las cuestiones recomendadas es pedir la colaboración «para marcar los propios bancos de los templos para asegurar la distancia física, así como los movimientos internos dentro de la liturgia». Sobre todo, para que la Eucaristía «que es fuente de amor, no lo sea también de contagio».
Los templos recuperarán un tercio de su aforo a partir de la fase 1, «algo que probablemente ocurra a partir del 11 de mayo, aunque estamos esperando la orden ministerial que asegure el momento».
Respecto a los sacramentos, especialmente matrimonio, y bautismo, «podrían celebrarse con la apertura de los templos, pero respetando las condiciones. Lo esencial es lo que se celebra, no hará falta que la iglesia esté llena de invitados para recibirlo».
