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Apuntes en la despedida del cardenal Rouco como arzobispo de Madrid

Apuntes en la despedida del cardenal Rouco como arzobispo de Madrid

Misa en la Catedral de Santa María de la Almudena, presidida por el Cardenal-Arzobispo Don Antonio María Rouco Varela en acción de gracias por su ministerio pastoral en la Archidiócesis de Madrid (1994-2014).

A las 12 del mediodía, en una Catedral con numeroso público se celebró esta despedida. Además de los obispos auxiliares D.Fidel Herráez y D.César Franco, estuvieron a su lado el Nuncio, D. Renzo Fratini, el arzobispo castrense, D. Juan del Río, el obispo de Astorga, D. Camilo Lorenzo, y el Nuncio en Kazakstán, D. Miguel Maury; varios centenares de sacerdotes y seminaristas y representantes de todos los movimientos y congregaciones religiosas con presencia en Madrid, no faltaron a la despedida.

Asistieron como autoridades civiles, el presidente de la Comunidad de Madrid, D.Ignacio González, acompañado por su esposa; la alcaldesa de Madrid, Dña.Ana Botella; el exministro de Justicia, D. Alberto Ruiz-Gallardón y su mujer y el ex alcalde de la capital D.José María Álvarez del Manzan, así como el Presidente del Consejo de Estado, D. José Manuel Romay Beccaría).

El Cardenal comenzó su homilía con una referencia a la Eucaristía, sacrificio de la Cruz ¡Cruz Gloriosa!, que se hace actualidad salvadora para la Iglesia y en la Iglesia y, a través de ella, para el mundo. Recordó los 20 años de su ministerio pastoral en la Diócesis de Madrid. Aludió también a sus 18 años en Compostela, aquellos días inolvidable de la IV Jornada Mundial de la Juventud, agosto de 1989, a punto de caer -sin que lo supiéramos, ni pudiéramos sospecharlo- el Muro de Berlín: el llamado “Muro de la vergüenza”.

Y dijo: no se puede olvidar -ni he querido olvidar- como San Agustín define el ministerio episcopal en su totalidad: como “amoris officium”. Ni tampoco quise ni quiero ignorar que el Obispo es y debe ser para la Iglesia que le ha sido confiada “signo vivo del Señor Jesús. No hay “Iglesia en salida” sino la vivimos y actuamos como “Comunidad evangelizadora” (Papa Francisco, Evangelii Gaudium, 20.22)

Centrándose en su ministerio en Madrid, recordó a Cáritas diocesana, a través de la cual el Evangelio ha sido llevado a los pobres. Cáritas Diocesana, con la red de Cáritas parroquiales, coopera con iniciativas variadas y cercanas a los que sufren, promovidas por comunidades de vida consagrada y por grupos y asociaciones de fieles laicos, ha ido aliviando y superando la pobreza y el dolor de muchos. Buscando una sociedad en la que primen la justicia, la solidaridad y la paz, es decir, el servicio al hombre.

El cardenal recordó y pidió por su sucesor D.Carlos Osoro Sierra. Que el Señor conceda a nuestra querida Archidiócesis de Madrid y a su nuevo Pastor la sabiduría de anunciar el Evangelio en el nuevo capítulo de su historia, dijo. En una sociedad sedienta de auténticos valores, la comunidad de los creyentes ha de ser portadora de la luz del Evangelio, con la certeza de que la caridad es, ante todo, comunicación de la verdad”. (Palabras Benedicto XVI a los participantes del III Sínodo Diocesano de Madrid en la audiencia especial que nos concedió el 4 de julio de 2005). Y recordando el evangelio del día no vacilemos, dijo, en decir: ”Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. No nos entristezcamos al decírselo, aun cuando oigamos las palabras misteriosas dirigidas a Pedro como dirigidas a nosotros mismos: “cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras”. La ceremonia litúrgica concluyó con el canto a la Virgen de la Almudena.

Finalmente, el obispo auxiliar de Madrid D.Fidel Herráez Vega, pronunció unas palabras de despedida y agradecimiento y hizo entrega al Cardenal de una patena y un cáliz en nombre de la archidiócesis. Nos gustaría que estos vasos sagrados, dijo D.Fidel, le recordaran siempre nuestro reconocimiento por su entrega pastoral, a lo largo de estos veinte años. Llevan una sencilla grabación que expresa el agradecimiento de la comunidad diocesana. Con unas palabras de agradecimiento a todos los presentes y mención de las autoridades asistentes con un recuerdo a los fallecidos el cardenal Suquía su antecesor, y al obispo D.Eugenio Romero Pose. Recordó también al obispo auxiliar Martínez Camino (en Cuba).

La despedida se prolongó posteriormente con un almuerzo fraterno para los sacerdotes y una sobremesa en el salón de actos del Seminario Conciliar.

Madrid, 12 de octubre de 2014
José Manuel Coviella Corripio



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