Domingo XXX. Ordinario. B. 2012
El día 11 de octubre inauguró el Papa para la Iglesia Universal el Año de la Fe, un acontecimiento histórico que producirá muchos y buenos frutos. En este domingo, la Iglesia de Cartagena inaugura también el Año de la fe, unidos al Vicario de Cristo y a su propuesta de renovar y proclamar la fe. El Papa ha recordado en su homilía que “en estos decenios ha aumentado la desertificación espiritual, el vacío”… por esta razón es más urgente la Nueva Evangelización, para recobrar la alegría de creer. Aunque parezca una paradoja, pero se cumple la Palabra de Dios, ya que en el desierto veremos cómo Dios hace crecer la vida. “En el desierto, dice el Papa, se necesitan sobre todo personas de fe que, con su propia vida, indiquen el camino hacia la Tierra prometida y de esta forma mantengan viva la esperanza”. Con esta claridad nos ha indicado cual es nuestra tarea, ser signos de esperanza.
En el Evangelio de este domingo, el ciego le dice al Señor, “Señor, que vea” y la respuesta de Jesús fue contundente: “Tu fe te ha salvado”, ¿lo recordáis? Lo que le está diciendo el Señor es muy claro, que la solución para poder ver, la tiene al alcance de sus manos, sólo le basta la fe. Nada es imposible para el que cree. Dios es el que te concede este don, pero ¿dónde está tu respuesta? La Iglesia vuelve a llamar a tu puerta este año para que tengas el gozo de reconocer el bello rostro de Jesús, pero cuando oigas la invitación, ¿estarás en casa? Anímate y piensa la importancia de actualizarte en la fe.
Mostraos tal como sois, desde la verdad, sin miedos al qué dirán. Confiesa tu fe y dile al Señor: Tú eres, mi Dios y le das sentido a toda mi vida, a toda mi historia, ten misericordia de mí, Jesús y perdona mis faltas y mis pecados… Acercarse a Dios con verdadera fe es necesario y decirle al Altísimo todos los días que nos ayude, porque es nuestro Dios, es urgente.
Que la Santísima Virgen María brille siempre como estrella en vuestro camino y os ayude a decirle siempre SI al Señor.

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