La representación civil oficial del Estado español estuvo encabezada por Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, portavoz y ministra de la Presidencia. Le acompañaron el nuevo embajador de España ante la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga, y la presidenta de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, también secretaria general del Partido Popular.
También asistieron los alcaldes de Almdóvar del Campo, Montilla y Baeza, las tres localidades más vinculadas con la vida del nuevo doctor de la Iglesia.
En declaraciones a la prensa, la vicepresidenta del Gobierno a vicepresidenta del Gobierno, dijo en Roma que el Ejecutivo español es consciente y está agradecido “por el papel que las instituciones de la Iglesia están llevando a cabo en nuestro país, para ayudar a paliar los efectos de la crisis económica”. Asimismo subrayó “gran trascendencia” que para el Gobierno de España tiene la relación con la Santa Sede “Sin tener en cuenta estas relaciones resultaría difícil entender gran parte de nuestra historia e incluso la de buena parte del mundo”, señaló. Y afirmó conocer y reconocer el significativo peso del Vaticano en materia de política internacional.

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