Un total de 61 vírgenes consagradas de 15 ciudades españolas participan hasta el domingo, 20 de agosto, en el XXXI Encuentro Nacional del Ordo Virginum de España, que tiene lugar en el Colegio Mayor El Carmelo de Salamanca. Junto a ellas, también se encuentran tres delegados y dos obispos españoles. El lema del encuentro es Ensancha el espacio de tu tienda, tomado del libro del profeta Isaías para el documento del trabajo de la etapa continental del Sínodo de los Obispos.
En concreto, las mujeres proceden de las diócesis de Madrid, Pamplona, Barcelona, Valencia, Ávila, Valladolid, Cádiz, Cuenca, Badajoz, Las Palmas, Tarazona, Logroño, Burgos, Oviedo, Tenerife, Monzón, Jaca, Ibiza y Salamanca.
Durante el encuentro se desarrollarán 3 ponencias a cargo del obispo de Ibiza, Vicente Ribas Prats. La primera será La Iglesia y el Ordo Virginum: signos vivos y eficaces de la unión esponsal con Cristo, impartida por el decano de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca, Francisco Javier García Martínez. La segunda, Escuchar, discernir, encontrarse. Tres verbos para una vida sinodal a cargo del presidente de la Facultad de Teología del Norte de España-Burgos, José Luis Cabria.
Margarita, de Salamanca, Fabiola, de Madrid, y Elisa, de Sevilla, han atendido a ECCLESIA para contarnos cómo viven estos días tan especiales de los que están disfrutando.
«Fraternidad y gozo»
La primera de ellas indica que «estamos viviendo este encuentro con mucha fraternidad y mucho gozo. Tenemos mucho entusiasmo. Empezamos este miércoles por la tarde y nos encontramos en pleno apogeo y con mucha pasión en el corazón». Sobre la vocación de virgen consagrada explica que «consiste en ser esposa de Cristo. Al final es un camino que se hace poco a poco».
Por su parte, Elisa cuenta que «es una experiencia muy gratificante. Para mí es la primera vez y es maravilloso poder encontrarse con otras hermanas que sienten lo mismo que tú. El hecho de viajar no cuesta nada cuando se hace con el corazón y con ganas».
«Un momento de alegría y comunión»
Por último, Fabiola expone que «para mí ha sido un momento de alegría y de comunión y de ponernos todos al día de lo que vamos haciendo. Cada uno está en su diócesis, porque al final esto es una vocación diocesana y es estar en la iglesia, porque la iglesia es madre y esa también es nuestra misión. Es un momento de alegría y de comunión y de ponernos todos al día de lo que vamos haciendo. Cada uno está en su diócesis, porque al final esto es una vocación diocesana y es estar en la Iglesia, porque la Iglesia es madre y eso también es nuestra misión».
Añade que su misión además es «la virginidad, pero dedicada a la evangelización, a la misión y a estar con los que quieren encontrarse con el amor de Dios. Ahí estamos, cada uno con nuestra formación, con nuestras edades y nuestros lugares de procedencia, que eso también marca mucho y hace que la Iglesia sea universal».
Una parte integral del programa serán los momentos de oración y adoración al Santísimo y la celebración diaria de la eucaristía, en la iglesia del Colegio El Carmelo, en la iglesia de La Purísima, la iglesia de Monte Carmelo, el Santuario mariano de la Peña de Francia y la Catedral Vieja, donde tendrá lugar la misa de clausura el 20 de agosto, que será presidida por el obispo emérito de Getafe, Joaquín Mª López de Andújar, asesor del Ordo Virginum en la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, de la Conferencia Episcopal Española.
