Católicos y científicos: Bartomeu Darder, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
Bartomeu Darder (1894-1944) fue un importante geólogo mallorquín, nacido en la tierra del beato Ramón Llull. Recibió clases de histología –la ciencia que estudia los tejidos- del mismísimo Cajal. Tras la Guerra Civil fue depurado con sanción de retirada de su cátedra de ciencias naturales y agricultura del instituto de Tarragona durante dos años, por haberse manifestado como republicano moderado.
También fue, según sus biógrafos, católico, eso sí, con moderación. Católico y científico, pero nada moderado en su pasión por la geología mallorquina.
Pronto se interesó por las excursiones con recogida de minerales. Al trasladarse a Madrid para estudiar Ciencias Naturales conoce a Eduardo Hernández Pacheco, quien le recomendó solicitar pensiones de la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas con las que amplió estudios en el extranjero. Su ámbito de estudio fue primero Mallorca, y después Valencia y Cataluña. Influyó en su actividad la de otro científico católico y geólogo, el francés Paul Fallot, que llegó a Mallorca en 1910 con la intención de levantar el mapa geológico de las Baleares, obra en la que participó.
Se interesó también por la geología aplicada, para poder situar con acierto cementerios alejados de acuíferos que pudieran ser contaminados. Se dice que ésta fue su otra gran dedicación. De hecho, en 1924 creó la Oficina Técnico-Jurídica de Aguas (OTJA) dedicada a los estudios hidrogeológicos, de utilidad para los cementerios así como para localizar lugares en los que construir pozos.
Murió a los 50 años, en 1944, de modo inesperado, mientras interpretaba piezas de música espiritual de Bach.
